El diseño web no es solo apariencia, también es estrategia. Muchos proyectos fracasan por errores evitables. Aquí los más comunes:

• No tener objetivo claro: Antes de diseñar, define qué debe lograr tu sitio. ¿Ventas? ¿Reservas? ¿Visibilidad? Sin una meta definida, la estructura, el contenido y el diseño perderán foco y no atraerán a tu público ideal.

• Ignorar el diseño responsive: Tu web debe verse bien en móvil y tablet, o perderás la mayoría de visitantes. Hoy más del 70% del tráfico proviene de dispositivos móviles, así que una mala experiencia en estos puede hacer que los usuarios se vayan rápido.

• Cargarla con texto o imágenes pesadas: El exceso confunde. Usa contenido claro y optimizado. Las imágenes deben estar comprimidas para que la página cargue rápido; de lo contrario, perderás visitas y afectarás tu posicionamiento.

• Olvidar el SEO básico: Si Google no puede entender tu sitio, nadie lo encontrará. Usa títulos claros, meta descripciones, URLs amigables y etiquetas alt en las imágenes para mejorar tu visibilidad en buscadores.

• No actualizarla: Una web desactualizada da una mala imagen. Mantenla viva con nuevo contenido. Blogs, noticias o novedades muestran que tu negocio está activo y ayudan a mantener el interés de los visitantes.

Si evitas estos errores, tendrás una web funcional, moderna y efectiva, que no solo atraerá visitantes, sino que también convertirá y fidelizará a tus clientes.

Además, es importante que la navegación sea intuitiva y fácil de usar. Un menú claro, botones visibles y llamadas a la acción bien ubicadas ayudan a que los usuarios encuentren rápidamente lo que buscan, evitando que se frustren y abandonen el sitio.